sábado, 28 de mayo de 2011

Mi chico misterioso 9.


Estaba sonando la canción Mr.saxo beat  y todo el mundo se movía al compás de la música. Me lo estaba pasando genial, pero cuando empezó a sonar una canción algo más lenta me sentí muy incómoda. Fue uno de los típicos momentos de baile de instituto en el que empieza a sonar la típica canción lenta y las parejitas se dan el típico beso. Mario me agarró por la cintura y nos empezamos a mover más lentamente. Fueron los 3 minutos más largos de mi vida.Cuando terminó la canción, le puse la excusa de que quería tomar el aire para estar un rato sola. Me fui hasta la orilla de la playa y me quedé allí sentada. El agua mojando mis pies, el aire agitando mi pelo, la arena colándose entre mi ropa... y de repente, vuelve a aparecer Mario.
  • ¿Molesto?- preguntó.
  • Mmm...no, quédate si quieres.
  • ¿Qué haces aquí sola?¿Estás bien?
  • Sí, claro, solo estoy un poco cansada.
Nos quedamos hablando un rato, y cuando no sabíamos que decir, nos quedamos callados, pero no fue un silencio incómodo. La música se oía a lo lejos, ya que me había alejado un poco del sitio de la fiesta. En este momento, preferí estar acompañada que sola, como hubiera preferido hace 15 minutos.
No sé porque, pero giré la cabeza hacia la izquierda, y a lo lejos me pareció ver a Mi chico misterioso. Pero no estaba solo, estaba con una chica. Y...LA.ESTABA.BESANDO. Me quedé mirando fijamente durante un rato, y creí oír el crack que hizo mi corazón al romperse. Había sido una tonta. Me había enamorado de un chico del que no sabía ni siquiera su nombre. ¿De verdad tenía esperanzas? Porque... aunque no fuera su novia, ¿Eso significaba que era el típico chaval que se enrolla cada día con una? Mario se dio cuenta de que tenía mala cara.
  • Esta noche me lo estoy pasando muy bien. El baile de antes contigo ha sido... genial. Desde luego, sabes como moverte- dijo para intentar animarme,o eso es al menos lo que imaginé.
No se me ocurría ninguna respuesta a parte de unos cuantos monosílabos. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue besarle. Sí besarle. Y sé que mi chico misterioso lo vió, porque en un momento en el que abrí los ojos, pude distinguir los suyos a lo lejos que me miraban con una expresión que no supe diferenciar.
Definitivamente, me había vuelto loca.


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