Pues sí, ya era hora de dar señales de vida. Como imagináis, ando muy liada con exámenes y todas esas cosas, aunque ya queda poquito!!! Os dejo con un texto que escribió una amiga mía. Tiene una manera peculiar de escribir, espero que os guste :)
No
podíamos uno sin el otro. La temperatura de su cuerpo oscilaba entre
los 39 y los 40 grados según mi medición de beso en su pecho;
quizás la mía no llegaba a los 35 teniendo en cuenta mis labios
amoratados, y el sonido de los dientes chocando. Yo hacía disminuir
su fiebre, y él, mi acojonante frío aquella tarde de diciembre.
Cuando llegaba la noche, él subía las persianas para no perderse ni
un derrape en mis curvas, y cuando los primeros rayos de sol salían,
yo las bajaba y me metía entre sus sábanas, y entre sus piernas.
Parecía oirme pensar. A veces necesitaba solo silencio y sus dedos
acariciendo mi espalda. Otras, en cambio, que me dijera algo fuera de
lo convencional, distinto a todo lo que sonase a te quiero. Y siempre
lo hacía. Dejamos de complementarnos cuando empezamos a sentir
miedo.Él a una lipotimia y yo a un golpe de calor, a la claridad de
noche y la oscuridad de día, al silencio, a correr, a frases hechas
para otros, no para nosotros. Y terminó. Lo nuestro y lo mío. Lo
nuestro y lo suyo. Mechero sin gas.
Me gusta. Es la primera vez que me paso, y lo poco que he leído, me ha gustado. Un saludo! :)
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