Han
sido unas semanas muy difíciles, semanas de no salir durante los
fines de semana, reclutada en casa, con libros delante. Cientos de
fechas, declinaciones, teoría... pero la liberación que se siente
al darte cuenta de que todo ha acabado por un tiempo es
indescriptible. Vas a tener la oportunidad de estar todo el día en
casa haciendo el vago, o de salir con tus amigas a hacer el loco por
Madrid. Por fin vas a tener ese tiempo que necesitabas para tumbarte
en la cama, poner tu música favorita y pensar en tus cosas, algo que
no hacías hace tiempo. Y te sorprende esa idea, porque realmente lo
necesitas y te acabas de dar cuenta.
Necesitas
pensar lo que realmente significa esa persona para ti, aclarar tus
sentimientos, que quizá lleven ahí escondidos mucho tiempo.
Piensas
en todo eso mientras vas en el autobús de vuelta a casa. Cuando por
fin llegas después de un largo día, te sientas en el sofá y
respiras LIBERTAD.
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