sábado, 11 de febrero de 2012

I love your eyes.


Después de muchísimo tiempo, aquí vuelvo. El otro día encontré este texto-mini historia por internet en inglés. Lo he traducido al español. Espero que os guste, a mí se me puso la piel de gallina...


Nos conocimos en la guardería. Éramos mejores amigos.

Ella siempre me decía que le encantaban mis ojos. Yo no sabía muy bien por qué.

Yo estaba enamorado de ella, así que, por supuesto, mi rostro se iluminaba muchísimo cada vez que me lo decía.

Ella era guapa, amable y extremadamente divertida.

Estábamos hablando de nada, y ella se volvía hacia mí y me susurraba,

"Me gustan tus ojos".

Un día, estaba jugando al baloncesto,

esperando que llegase a mi casa para echar un partido.

De repente, recibí una llamada.

Era su madre. Estaba en estado de pánico.

No podía entender lo que estaba diciendo. Sonaba como,

"Aarón, ven rápido! Kelsey, un accidente, la calle principal! Sangre. Vamos!"

No tenía ni idea de lo que había pasado,

así que corrí a la calle principal con mis pantalones cortos de baloncesto y una camiseta puesta.

Vi a la madre de Kelsey llorando sin poder hacer nada, esperando a que llegase la ambulancia.

Vi un coche destrozado, sangre por todas partes.

Entonces la vi, Kelsey.

Mi corazón se detuvo mientras frenéticamente corría hacia ella.

"Kelsey? Kelsey!" Estaba inconsciente. Me puse a llorar.

Sé que no es muy varonil, pero no pude evitarlo.

Antes de que pudiera decir nada más, los médicos se la llevaron,

la principal fuente de sangre salía de su cabeza.

Fui al hospital esa noche,

iba todas las noches.

De hecho, el único momento en el que me iba era para salir a comer, pero eso es todo.

Los médicos intentaron que me fuese, pero me negaba.

Todo fue mi culpa.

Si no fuera por mí, queriendo jugar al baloncesto con ella,

no estaría pasando por esto.

Ya habían pasado cuatro días, y todavía no se había despertado.

En el quinto día, vi que sus ojos se abrían suavemente.

"Kelsey?" La llamé.

No estaba del todo despierta aún.

De repente, los médicos llegaron corriendo, diciéndome que tenía que esperar fuera.

Yo lo hice, durante unas horas.

Uno de los médicos finalmente salió diciendo:

"Tengo entendido que eres un amigo de Kelsey, Aarón?"

"Sí", le susurré.

Se mordió el labio.

"Ella se ha despertado, está bien,

pero me temo que tiene pérdida de memoria a largo plazo. "

"¿De verdad?" Casi grité.

"Me temo que sí."

No conocí a su mirada. No pude.

Yo no iba a decir nada, así que volvió a hablar.

"Puedes ir a verla si quieres,

pero no se acuerda de nada, ni siquiera su madre. "

Entré, temblando de horror.

La vi. Se la veía impotente mientras dormía.

Esperé un par de horas, hasta que vi que abría los ojos suavemente de nuevo.

Esperaba que los médicos entraran corriendo, echándome fuera.

En cambio, me miró a los ojos, y me susurró:

"No te conozco, pero me gustan tus ojos".


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