
pasaré el resto de los sábados sola, lamentándome por no tenerte a mi lado, recordando esas tardes en las que nos tumbábamos en el césped y mirábamos
al cielo. Esas tardes en las que me sentía la chica más afortunada del mundo. Y da miedo. Da miedo recordarlo con tanta claridad, como si fuera ayer. Da miedo porque sé que no volveremos a estar así, aunque no lo quiera reconocer. Y da miedo porque, sinceramente, a veces creo que me estoy volviendo loca. Pero a pesar de mi locura, te seguiré esperando...Ahora mismo, sólo me
queda la esperanza, porque... ¿no es lo último que se pierde?
Una buena demostración de lo que me aburro en clase...
No hay comentarios:
Publicar un comentario